El arte y la nueva resistencia
“El pasado nunca muere, ni siquiera es pasado”, escribió William Faulkner. Tenía razón. En este mundo híperconectado, un nuevo fenómeno nos atrapa, el arte que retrocede para avanzar.
ARTÍCULOS
Lynnette Andujar
1/15/20252 min read


"El pasado nunca muere, ni siquiera es pasado”, escribió William Faulkner y tenía razón. En este mundo hiperconectado, un nuevo fenómeno nos atrapa, el arte que retrocede para avanzar. Al parecer cada uno va encontrando su nuevo amor dentro de lo vintage. La idea, que antes me parecía exagerada, fue una epifanía cuando pude salir de las garras del bloqueo de escritor, por consejo de un colega, usando papel, bolígrafo y una maquinilla Olivetti que compré por $32. ¡Eureka! Eso bastó para reencontrarme con la belleza del proceso creativo, lejos de cualquier distracción digital para procrastinar. Pero ¿qué tiene este retorno a lo analógico que sigue vigente y cautivando? ¿La teatralidad del acto de las teclas o la satisfactoria imperfección de la velocidad pausada?
Este resurgir de las prácticas del pasado no es exclusivo del ámbito literario. La nostalgia está impregnando otros campos del arte. Ha vuelto la pasión desenfrenada por la fotografía analógica, el vinilo ha aumentado tanto su demanda que hasta se usa como indicador económico, y en los últimos gritos de la moda resaltan las prendas que vistieron a nuestros abuelos en las tiendas de segunda mano. En la música, géneros, letras e instrumentos musicales “antiguos” tocan la cima de las listas globales. Y como una cosa lleva a la otra, hasta las tacitas verdes de mantequilla que toda la vida hemos usado como los Stanley’s boricuas, han alcanzado tal fama que ahora se venden a $40 en el mercado. No entraré en los detalles de lo último porque este escrito no tiene como propósito darle foro al tema; es un terreno fértil para ser atacada por zombies. Lo cierto, es que este romance por lo viejo, más que un fenómeno técnico, merece un análisis filosófico. Sugiero reflexionarlo como una respuesta de resistencia creativa ante la inmediatez y la perfección que nos exigen los avances digitales.
En última instancia, no propongo este banal pensamiento como una huida, sino como un reencuentro. Crear arte a papel, revelar rollos de 35mm o vestir retro no es mejor ni peor, pero sí nos enseña a valorar el proceso y la paciencia. Quizás por eso seguimos regresando: para recordar que, a veces, lo más revolucionario es simplemente tomarnos el tiempo. Quizás iré por unas velas. Si no potencian mi creatividad, al menos estaré lista para alguno de los apagones habituales de Luma.
Escrito para el periódico El Nuevo Día de Puerto Rico
Publicado 14 de enero de 2025 Sección Digital, Opinión: Punto de Vista
Recuerda que ya puedes adquirir mi último poemario en Amazon: